La alimentación juega un papel fundamental en la salud general y también en la bucal.

No solo es importante lo que se come, sino cuándo se come. Los alimentos ingeridos en las comidas principales son menos nocivos para el organismo, ya que produce mayor cantidad de saliva que nos ayudará a contrarrestar los ácidos que se generan y afectan a nuestros dientes. Es recomendable seguir una dieta equilibrada y eliminar el picoteo entre horas.

Los alimentos azucarados contribuyen a la formación de caries. Para ingerir menos alimentos azucarados aconsejamos leer el etiquetado; intentando evitar los azúcares añadidos como los que se encuentran en los caramelos, los dulces, las bebidas carbonatadas, la bollería industrial….

Si nuestra alimentación carece de ciertos nutrientes, podría ser más fácil que nuestros tejidos bucales puedan sufrir alguna agresión o infección. Se cree que la enfermedad periodontal tiene mayor prevalencia en personas con malos hábitos alimenticios; entre un 60 y 80% de la población sufre algún tipo de afección de enfermedad periodontal en sus distintos grados.

Las sustancias más adecuadas para una óptima salud bucal son las verduras, y los alimentos que nos proporcionan una correcta masticación como las manzanas. También son muy recomendables los alimentos que contengan ácidos omega3 y omega6, vitamina C y calcio.

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